Nuevas formas de control de mosca blanca
Uno de los aspectos más importantes para el extensionista agrícola es la observación del entorno y se debe tener especial agudeza de recoger el sentir y las vivencias de los agricultores, puesto que es el insumo para responder las problemáticas del campo. Es así como, en el cultivo de tomate se ha observado cambios como respuesta a diferentes retos, desde los concernientes al mercado, dentro de los que se puede citar la implementación de los tomates larga vida, y el menor uso de productos químicos para mantener la sanidad, calidad y productividad del cultivo.
En Colombia la producción bajo invernadero permite el manejo más eficiente y racional de recursos, entre ellos, el uso de agroquímicos, uso de agua y control de plagas y enfermedades implementando mallas en los sitios para intercambio de aire con el objetivo de impedir, entre otros, la libre entrada de plagas como trips, pasador de fruto (Neoleucinodes sp), prodiplosis y mosca blanca.
Vale la pena indicar que mosca blanca fue la causante de la erradicación y desplazamiento de cultivos de tomate debido a que es el agente transmisor de diferentes virus. El manejo empleado para reducir poblaciones de mosca blanca era el uso de productos agroquímicos con las siguientes características: efecto de choque, cantidad de estados del ciclo que controla y espectro de plagas a las que hace control; siendo los de mayor perfil toxicológico los que cumplen estos requisitos. En este momento productos empleados para el control de mosca blanca con esas características han salido del mercado debido a la perdida de registro de venta por parte del ICA, debido a las exigencias de consumo y ambientales a nivel global.
Como respuesta, la industria química ha puesto sus esfuerzos en generar productos que controlen la plaga empleando una menor cantidad de ingrediente activo, así como productos específicos adaptados al perfil de la plaga, para no afectar insectos benéficos; para esto, posaron su mirada en productos biológicos, retomando saberes para generar nuevas estrategias de control. Como consecuencia se han generados hidrolatos, extractos y otros como herramientas para el control de mosca blanca, que se caracteriza por requerir varias aplicaciones para obtener el efecto deseado y demandan un mayor monitoreo para evitar que se superen umbrales de presencia del insecto ya que no son productos de choque.
Como solución, Hanseandina pone en el mercado el producto Pestick® que da al agricultor el efecto de choque con un control superior al 95% sobre individuos móviles cuando se aplica en dosis de 0,8 cc/L. Por otro lado, el perfil tóxico al ambiente y al consumidor final se ve significativamente reducido al mínimo, dado que Pestick® no posee un ingrediente activo dentro de su formulación. La muerte del individuo se genera por la inmovilización del insecto, beneficiando al agricultor, ya que este factor de control no genera resistencia en la plaga. Con estas características cumplimos las expectativas de control eficaz y rápido para el agricultor, y las del consumidor al hacer un menor uso de productos que afecten su salud y la del medio ambiente.